El fin de semana se efectuó el sellamiento definitivo de la granja avícola Mi Pollo, ubicada a un costado de la vía que comunica Armenia con Montenegro.
La acción la ordenó el inspector de Pantanillo, el señor Jaime Bravo López, luego del resultado de un proceso de más de 10 años, en el que los vecinos y comerciantes de la zona –propietarios de restaurantes y de alojamientos turísticos- reclamaron por las supuestas afectaciones generadas por los galpones.
www.cronicadelquindio.com |
“Durante una década tuvimos que convivir con exceso de moscas, ratas y de olores de químicos generados por la granja”, señaló Iván Arevalo, vecino del lugar.
En el mismo sentido, Camilo Puertas, propietario de un restaurante cercano, narró que, debido a los olores, muchos clientes de su establecimiento se retiraban dejando la comida servida.