Si la padece consuma abundantes líquidos que contengan sal y azúcar.
Una diarrea daña un paseo, descompone el ánimo y hace sentir a la gente como un trapo exprimido. Y como nadie está exento de pasar por eso, antes de viajar lea lo que sigue, recórtelo y guárdelo junto al carné de la EPS o el seguro médico del viajero:
Cuidado. Aunque la mayoría de los casos se curan solos, consulte rápido si la deposición tiene sangre o es de color negro. También si hay fiebre, vómito, malestar general, dolor o inflamación abdominal y si dura más de dos días.
Quietico. No consuma antidiarreicos, aunque le insistan. Estos medicamentos restringen el movimiento intestinal, alargan el tiempo de recuperación y aunque usted no vea deposición, la pérdida de líquidos continuará. Seguirá deshidratándose.
Revise. Hay fármacos que producen diarrea, como los antiácidos con magnesio, algunos antibióticos, la colchicina y las quininas. No los suspenda y consulte rápido con el médico que se los recetó.
Beba. Consuma abundantes líquidos que contengan sal y azúcar. A un litro de agua agregue una cucharada de azúcar y una cucharadita de sal. Tómese dos litros al día, poco a poco. Los sobres de hidratación oral o las soluciones de hidratación preparada pueden ser útiles. Si no se hidrata es mucho peor. Así que hágale.
¿Hambre? Si además de enfermo tiene hambre, inicie una dieta de líquidos transparentes. El consomé de pollo sin grasa, la gelatina y los caldos de carne son buenos. Mantenga esta dieta mientras se mejora. El intestino necesita descansar. A medida que se mejore, agregue arroz, plátano, manzanas. Poco a poco.
Ni de vainas. Leche, café, bebidas con gas, fríjol, ciruelas, maíz, avena, salvado y helados: ellos aumentan el problema y pueden producir unos retortijones terribles.
Por último. Nada de calmantes o antiespasmódicos sin fórmula. Si la diarrea es en un anciano o en un niño, corra al médico.
Cuidado. Aunque la mayoría de los casos se curan solos, consulte rápido si la deposición tiene sangre o es de color negro. También si hay fiebre, vómito, malestar general, dolor o inflamación abdominal y si dura más de dos días.
Quietico. No consuma antidiarreicos, aunque le insistan. Estos medicamentos restringen el movimiento intestinal, alargan el tiempo de recuperación y aunque usted no vea deposición, la pérdida de líquidos continuará. Seguirá deshidratándose.
Revise. Hay fármacos que producen diarrea, como los antiácidos con magnesio, algunos antibióticos, la colchicina y las quininas. No los suspenda y consulte rápido con el médico que se los recetó.
Beba. Consuma abundantes líquidos que contengan sal y azúcar. A un litro de agua agregue una cucharada de azúcar y una cucharadita de sal. Tómese dos litros al día, poco a poco. Los sobres de hidratación oral o las soluciones de hidratación preparada pueden ser útiles. Si no se hidrata es mucho peor. Así que hágale.
¿Hambre? Si además de enfermo tiene hambre, inicie una dieta de líquidos transparentes. El consomé de pollo sin grasa, la gelatina y los caldos de carne son buenos. Mantenga esta dieta mientras se mejora. El intestino necesita descansar. A medida que se mejore, agregue arroz, plátano, manzanas. Poco a poco.
Ni de vainas. Leche, café, bebidas con gas, fríjol, ciruelas, maíz, avena, salvado y helados: ellos aumentan el problema y pueden producir unos retortijones terribles.
Por último. Nada de calmantes o antiespasmódicos sin fórmula. Si la diarrea es en un anciano o en un niño, corra al médico.
CARLOS F. FERNÁNDEZ
ASESOR MÉDICO DE EL TIEMPO
ASESOR MÉDICO DE EL TIEMPO
http://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/salud/consejos-para-enfrentar-la-diarrea_12702708-4
imagen:http://www.evolutionadvance.com/blog/?p=936
imagen:http://www.evolutionadvance.com/blog/?p=936
