"La compra ayudará a aliviar la presión en los productores ganaderos estadounidenses durante la sequía, mientras que mantendrá el abastecimiento nacional de carne en línea con la demanda", anunció en un comunicado el secretario de Agricultura, Tom Vilsack.
"Los productores están actualmente luchando ante las condiciones difíciles del mercado y el alto coste de alimentar su ganado debido a la extensa sequía.